La falta de consumo de agua en época de verano aumentaría la incidencia de pacientes con cálculos renales, advirtió el urólogo del Hospital III de Emergencia Grau de Essalud, Luis Flores.
Sostuvo que la mejor manera de prevenir los cálculos renales es mantener un estilo de alimentación saludable, que incluye la ingesta de bebidas liquidas, entre ellas el agua pero no gaseosas.
“Se debe beber de dos a tres litros de líquido diarios, esto provocará el aumento en la emisión de la orina y permitirá que las sustancias nocivas se eliminen con mayor facilidad. Además de estar hidratados, podemos tener el suficiente líquido en el cuerpo para mantener la orina diluida”, remarcó.
Un cálculo renal es una piedra en el riñón, es un trozo de material sólido que se forma cuando hay niveles altos de sustancias minerales u otras en la orina. Se atasca en las vías urinarias, puede obstruir el flujo de la orina, provocando dolores intensos o sangrado, por lo que inmediatamente se debe acudir al médico y evitar la automedicación.
“Si son de tamaño menor a cinco milímetros en su mayoría no causan problemas, por eso pasan desapercibidos. En estos casos lo más probable es esperar una evacuación espontánea por las vías urinarias sin ningún riesgo”, dijo el galeno.
El especialista recomendó evitar el consumo excesivo de mariscos, gaseosas, frutas secas, también limitar el consumo de azúcar común, mermelada, miel, dulces, grasas, harinas y reducir la cantidad de carne, huevo y pescado a una ración diaria de 120 a 150 gramos por persona, ya que el exceso de proteínas estimula la formación de cálculos.
“Se pueden tomar infusiones y jugos de frutas, pero al menos la mitad de lo ingerido debe ser agua, preferentemente baja en minerales, la leche, café y té negro, rojo o verde no son recomendables; en cuanto al consumo de sal se debe restringir a seis gramos diarios los que equivale a una cucharadita, se aconseja evitar productos ricos en sodio, como embutidos y conservas”, anotó.
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