1. Previene la litiasis o cálculos renales
Son muchos los estudios que han confirmado los efectos del consumo de naranjas y otros cítricos a la hora tanto de prevenir como de tratar la litiasis, es decir, la formación de cálculos renales.Gracias a su elevado contenido de ácido cítrico, comer naranjas a diario ayuda a evitar la aparición de piedras en el riñón y contribuye a descomponer el calcio que se cristaliza y forma los cálculos (8).
2. Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas
La naranja es rica en numerosos antioxidantes y sustancias que influyen de forma positiva en la salud del corazón.
Contiene potasio, un mineral del que se ha demostrado que puede reducir notablemente la presión arterial, un factor de riesgo de enfermedades cardíacas (11).
Asimismo, su elevado contenido de vitamina C se ha asociado a un menor riesgo de enfermedades crónicas y enfermedades cardiovasculares gracias a sus potentes propiedades antioxidantes (12).
Por último, se ha descubierto que los compuestos fenólicos presentes en las naranjas, como la hesperidina, también actúan en pro de la salud del corazón.
Varios estudios muestran que el consumo de zumo de naranja ayuda a reducir la presión arterial (13).
3. Protege contra el cáncer
Algunas revisiones de estudios han revelado una fuerte asociación entre el consumo regular y elevado de vitamina C y la prevención del cáncer.
En concreto, las pruebas apuntan a que la vitamina C puede proteger considerablemente contra el cáncer de páncreas, esófago y gástrico, entre otros (14).
Por consiguiente, es lógico pensar que la ingesta frecuente de naranjas puede ayudarnos a prevenir esta mortífera enfermedad, puesto que una simple naranja ya aporta el 116 % de la cantidad diaria recomendada de vitamina C.
No obstante, aún se requieren más investigaciones al respecto.
4. Previene la anemia
La anemia es una enfermedad provocada principalmente por el déficit de hierro, cuyos síntomas más comunes son el cansancio y la debilidad.
Estarás pensando que las naranjas no contienen hierro, sí, pero contribuyen a la prevención de esta enfermedad con otro mecanismo.
Las naranjas poseen ácido cítrico y vitamina C, dos sustancias de las que se ha demostrado que pueden mejorar y aumentar la absorción de hierro por parte del organismo (15).
De esta forma, el simple hecho de comer naranjas puede ser esencial para prevenir la anemia, siempre y cuando acompañes tu dieta con alimentos ricos en hierro.
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